En general, en el sector relojero, el pulido y acabado de los exteriores del reloj en los servicios técnicos se deriva a los pulidores de la marca, dado que ellos tienen los conocimientos necesarios para mantener intactas, por poner un ejemplo, las hechuras de la caja y el armis.
Cuando el taller no dispone de un pulidor, el relojero debería poder asumir las competencias necesarias para poder intervenir de forma básica si el cliente solicita una mejora del exterior del reloj en el proceso del mantenimiento o reparación.
Observación: La norma principal de pulir la parte exterior de un reloj es la de no modificar, en ningún caso, las hechuras, tanto de la caja como del armis.
En la programación de nuestra formación relojera, tenemos en cuenta esta circunstancia y los cursillistas tienen la posibilidad de aprender estas técnicas de pulido, con el fin de prestar un servicio adecuado en sus talleres.
Aplicación de la pasta para el pulido de aceros inoxidables
Pulido de partes de un armis
Las instalaciones y las herramientas para poder pulir en condiciones óptimas son de suma importancia. Entre ellas, debemos disponer de una cabina, separada del taller de montaje de los relojes, así como de una buena extracción de contaminación procedente de las operaciones del pulido y la limpieza del reloj.
La pulidora también tiene que ser adecuada y tener diferentes velocidades, luz o lupa integrada. También será necesario disponer de herramientas adecuadas que podemos encontrar en la página web de Industrial Martí de Relojería SL.