Si hay una profesión en la que es fundamental la pulcritud y el cuidado de las herramientas es, sin duda, la relojería mecánica de pulsera, entre otras profesiones naturalmente.

Podemos definir la pulcritud: manera pulcra, limpia y cuidada de hacer algo.

Si nos preocupamos de mantener las instalaciones, las herramientas en general y los procedimientos a seguir con pulcritud, es muy probable que las intervenciones que se efectúen sobre los mecanismos del reloj concluyan con éxito.

En general, las normas básicas de funcionamiento son:

  • Instalaciones adecuadas con buena luz, mucha limpieza, sin humedad y con un aire ausente de partículas en suspensión. Además, las pulidoras, lavadoras y máquinas de herramientas deberían estar separadas de las mesas de trabajo del relojero.
  • Mesa, silla y lámpara acordes con las normas de seguridad e higiene en el trabajo.
  • Útiles y herramientas individuales y colectivas en perfecto estado de uso.
  • Procedimientos de trabajo de los mecanismos homologados por las firmas relojeras, en el caso de querer ejercer como taller oficial.

Control visual del estado de las puntas de las pinzas.

Utilización de herramientas, para no tocar con los dedos.

Hay que procurar por todos los medios posibles que la ratio de retoques en la relojería sea la menor posible, con el fin de conseguir una excelencia en los trabajos.

En términos generales, la palabra retoque se refiere a operaciones o intervenciones de poca importancia que se pasaron por alto en el momento de encajar el mecanismo, como por ejemplo dejar alguna mota de polvo en la esfera o cuadrante del reloj, o que una de las agujas roce ligeramente con el cristal.

Como hemos apuntado en otras ocasiones, es necesario un buen método de trabajo con procedimientos estandarizados y un cuidadoso control de calidad final antes de entregar el reloj a su propietario, con el fin de que la ratio de retoques no supere el 3%.

Observación final: El prestigio del negocio –sobre todo en cuanto a lo que la relojería de pulsera se refiere-, descansa en el pilar de un buen servicio técnico de la marca.